Lo que vieron mis ojos fue simultáneo:
lo que trascribiré, sucesivo,
porque el lenguaje lo es.
Jorge Luís Borges
Como el título sugiere, apreciables amigas y amigos, en fechas recientes en ocasión del diseño y edición de un plano de nuestra hermosa ciudad, tuve el tiempo para examinar con suficiente detalle la orientación de calles y avenidas que realizaron aquellos geógrafos ingleses, encargados de realizar el trazado fundacional de nuestro futuro centro ferrocarrilero.
Sucede que en los días 21, 22, y 23 de Junio de cada año, al atardecer, si una persona se sitúa sobre la avenida Hombres Ilustres, la más importante de nuestra ciudad, observará que al horizonte la trayectoria de descenso del Sol ocurre prácticamente en alineación con el eje central de esta avenida.
Este fenómeno puede apreciarse en casi todas las calles que corren de Oriente a Poniente en nuestra ciudad. Si la observación se realiza desde la avenida Guerrero o Porfirio Díaz, apreciaremos en el domo celestial el mismo efecto. La variación en la alineación de estas calles hacía la puesta de Sol es imperceptible.
La orientación astronómica de nuestra ciudad, ¿Casualidad o premeditación?.
Una vez que ha sido mostrada la naturaleza del singular arreglo y fenómeno astronómico que ocurre cada año en nuestro querido terruño, considero importante mencionar que desde tiempos inmemoriales en las diferentes civilizaciones, ya asiáticas, europeas o mesoamericanas, ha prevalecido la costumbre de orientar desde su etapa de planeación, el trazado de asentamientos humanos en relación con la posición de los astros principales.
Es así que las antiguas culturas como la Egipcia y en particular la Romana, siempre caracterizada por una aplicación práctica de sus saberes, buscaron en la medida de lo posible, alinear las grandes avenidas de sus centros urbanos hacía puntos astronómicos bien definidos.
Ahora bien, aunque ya hemos resuelto el origen de tal posicionamiento astronómico, tengo la impresión de que aún queda en el aire la duda del porqué de tal medida, es decir ¿guardará alguna aplicación práctica el hecho de alinear respecto al Sol, en verano e invierno las avenidas de una comunidad? Creo que sí, veamos…
Razón por la cual se orienta una ciudad al solsticio de Verano e Invierno.
Como ya sabemos, la avenida Hombres Ilustres y por ende las demás calles que corren de Oriente a Poniente, en el mes de Junio en plena época de calor, concurren alineadas hacía el Sol del atardecer, justo cuando el astro rey se encuentra provocando la famosa y molesta resolana.
Lo anterior significa que precisamente en esos días de altas temperaturas, la citada alineación astronómica cumple con el propósito de «centrar» o equilibrar la cantidad de luz que incide sobre el frente de los hogares, contribuyendo así a distribuir equitativamente el efecto de calor que provoca la luz del Sol al caer sobre las casas y avenidas.
En virtud de la consabida orientación solar matiasromerense, en el transcurso de la Primavera al Verano, a partir del medio día, esas casas que corren de Oriente a Poniente reciben prácticamente la misma cantidad de luz (calor) al frente de sus fachadas.
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