A mitad del camino entre Matías Romero y Juchitán, aparece en la carretera una gran curva que dibuja la frontera más visible entre la zona norte húmeda del istmo y el sur semiárido, es la población de El Mezquite, comunidad fundada en la primera mitad del siglo XX por un grupo de migrantes provenientes de la cabecera municipal, Asunción Ixtaltepec; Oaxaca.
Según versiones fueron los señores Siriaco Rasgado, Antonio García y Víctor Martínez quienes acompañados de su familia de origen zapoteco llegaron y se asentaron en un potrero ubicado en el altiplano colindante con la hacienda de Chivela. Esa zona de potreros que antiguamente se conocía con el nombre de Agua Dulce, es hoy la localidad de El Mezquite.
En mi visita tuve la fortuna de entrar en conversación hospitalaria y amena con varios ancianos nacidos en esta tierra que se dedica principalmente a las labores del campo y ganadería. Con voz confiada y risueña me contaron que el motivo de aquella migración fue porque en aquél entonces la ciudad de Asunción Ixtaltepec padeció varias temporadas de abrumadoras sequías, situación que orilló a las citadas familias a buscar una nueva vida.
Con el paso del tiempo y una vez que empezaron a hechar raíces, tomaron el acuerdo de llamar a su nuevo hogar El Mezquite, en razón de un enorme árbol de esa especie que se encontraba justo por aquél lugar.
El 14 de Marzo es el día de la fiesta principal dedicado a la Reina de la Caridad, virgen patrona de la comunidad, y al día siguiente la tradicional lavada de ollas. Me afirman con tono de picardía y orgullo que en esa celebración por lo regular se llegan a consumir mil cartones de cerveza bien fría —como Dios manda— y dos reces que se preparan al horno, sin faltar el típico estofado, uno de los platillos más exquisitos que se puedan degustar en la región istmeña.
Una bella tradición en El Mezquite, Oaxaca.
El preámbulo de la festividad inicia el 13 de Marzo por la noche cuando se lleva a cabo el velorio de la Virgencita Negra. Ocasión impregnada de sentimiento religioso en la que se ofrecen tamales y café a los parroquianos; y si las circunstancias económicas son propicias, esa noche también se lleva a cabo un baile con motivos culturales regionales.
Cuenta la tradición que esta virgen morena de rasgos afromexicanos fue encontrada por la Señora Micaela Ordaz, oriunda de El Mezquite. La virgencita estaba en una canoa flotando en una laguna aledaña al vecino poblado de Santiago Ixtaltepec. La gente de aquella comunidad quedó sorprendida ante la divina aparición y como testimonio de eterna fraternidad, los ixtaltepecanos concedieron que la virgencita fuera llevada a El Mezquite, para ser instaurada como la soberana de la Iglesia de la Caridad.
En virtud de los milagros que ha realizado, la virgencita morena se encuentra arropada con un manto elaborado con monedas, que expresa la gratitud y amor que su pueblo zapoteca le profesa. Su infinita bondad de conceder la riqueza espiritual a aquella alma agobiada que en sincera postración se lo demande, ha alcanzado fama regional.
Gracias a esta Fe de sentirse bendecido por su santa patrona, en El Mezquite se disfruta cada año una de las fiestas más vibrantes del Istmo Oaxaqueño.
______________⚜______________