Lo que en este Blog se escribe, si fuera totalmente consecuente debiera aparecer sin el nombre de algún autor, pues toda obra que se pretenda cultural es colectiva, resultado de una comunidad que al andar relata momentos históricos a la posteridad. Así pues, la infinidad de anecdotas y vivencias que suceden en nuestro amado terruño Matías Romero, por muy lejano que sea el pasado o el futuro, son comunes y pertenecen a todos: a quien las protagoniza, al que las cuenta, al que las lee, a quien las interpreta.
Yo soy un simple juglar que se inspira en la búsqueda de señales y testimonios. Estoy atento a las confabulaciones y recuerdos que reviven cuando platico entre quienes siento compañeros en el camino por la vida. Fue así como llegué a la presente historia, esta que habla de una época crucial en los tiempos de la fundación del actual Matías Romero, Oaxaca; hacía el año de 1904.
La situación tiene que ver con la problemática que guardaba la definición y propiedad de los predios que ocupan los hogares matiasromerenses, pues en aquel entonces, además de carecer de un fundo legal para su adecuada urbanización, la naciente población enfrentaba una gran incertidumbre en temas como la inseguridad y los servicios que todo asentamiento humano requiere, como el abastecimiento de agua, energía eléctrica y demás obras municipales.
Así de claro y a la vez complejo fue el problema central: Si alguna familia deseaba construir su casa o negocio, sólo podía hacerlo lejos, muy lejos de la nueva zona en desarrollo urbano, allá por Las Flores, Paso Limón o Barrancones; fuera del polígono que compró la compañía Pearson al municipio de Santa María Petapa. Para cualquiera que necesitara un espacio cerca de la nueva y pujante zona ferrocarrilera, la única opción a su alcance era pagar renta por un predio. Aun teniendo el dinero no había forma de comprar lote alguno, pues la compañía Pearson de origen británico, no vendía ni un centímetro de terreno; sólo quedaba rentar, rentar y rentar. En evidente práctica de acaparamiento esa compañía que se ostentaba bajo el nombre de Ferrocarril Nacional de Tehuantepec operaba al amparo del «guante blanco y puño de hierro» de don Porfirio Díaz.
Nace nuestro municipio sin Fundo Legal.
Al contexto del presente artículo conviene aclarar el significado de la expresión Fundo Legal en los tiempos del porfiriato, veamos su definición: Extensión de terreno señalado a los pueblos para su fundación, cuando su constitución se realizaba por medio de ordenánzas o decretos. Esta área quedaba dividida en manzanas, las que se subdividían a su vez en solares ó lotes.
Una vez que hemos revisado el significado de tal figura territorial, como ya hemos hecho notar, ausente en la fundación de nuestra ciudad, analizemos lo que bien puede considerarse el acta de nacimiento de nuestra entidad municipal. Es el texto del decreto número seis del entonces gobernador del Estado de Oaxaca, mediante el cual se crea el municipio y se erige el pueblo de Matías Romero. Cabe observar que tal disposición se encuentra redactada bajo una técnica jurídica pobre y carente de precisiones suficientes para la importancia de la materia en comento.
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PODER EJECUTIVO.
SECRETARÍA DE GOBIERNO DEL ESTADO LIBRE Y SOBERANO DE OAXACA.
Sección de Gobernación y Justicia.
«EMILIO PIMENTEL, Gobernador Constitucional del Estado Libre y Soberano de Oaxaca, á sus habitantes, sabed: Que por la Secretaría del H. Congreso del mismo se me ha dirigido el siguiente DECRETO NÚMERO 6.
Artículo 1o. Con el Nombre de «Matías Romero» se erige en pueblo la Ranchería de «Rincón Antonio Nuevo» de la Municipalidad de Santa María Petapa, del Distrito de Juchitán, comprendiéndose en la jurisdicción de la nueva Entidad Municipal la ranchería de «Rincón Antonio Viejo» y las agrupaciones denominadas «Las Flores», «Guelavego», «Septuni-Grande», «Las Arenas», «Paso Guayabo» y «Barrancones».
Art. 2o. El Ejecutivo dictará las medidas concretas al cumplimiento del presente decreto.
Dado en el Salón de Sesiones del Congreso del Estado. Oaxaca de Juárez, á 8 de Noviembre de 1906.- Lauro M. Candiani, Diputado presidente.- Luis M. Saavedra, Diputado secretario.- Enrique Vasconcelos, Diputado secretario.- Rúbricas.
Por tanto, mando se imprima, publique , circule y cumpla. Palacio de los Poderes del Estado. Oaxaca de Juárez, Noviembre 9 de 1906.- Emilio Pimentel.- Joaquín Sandoval, secretario.- Rúbricas.
***** Periódico Oficial Tomo XXVI, número 92, Noviembre 22 de 1906.
Vemos que el artículo primero de este decreto si bien enuncia las localidades que se incluirán en nuestro naciente municipio, no entra a detalle en cuanto a la demarcación de linderos como tampoco precisa las dimensiones en hectáreas que abarcará el territorio constitutivo. Ante tal incertidumbre, cuentan los relatos que en aquellos tiempos era común ver a gente durmiendo en la calle, tan sólo al resguardo de tablones y mamparas, pues aunque tuvieran un buen trabajo o pequeño negocio, aquellos inmigrantes fundadores no veían conveniente la única opción que concedía la compañía Pearson: rentar. Sólo mediante contratos de renta se permitía la ocupación de predios en el casco urbano de Matías Romero. ¿Quién en su sano juicio se pone a construir en un terreno rentado?
Al transcurrir algunos años llegamos a 1911. El panorama es de franca prosperidad sólo para algunas familias pudientes, aquellas quienes estuvieron en condiciones de arrendar solares a Pearson para levantar establecimientos comerciales de mampostería, es decir construcciones de concreto realizadas principalmente sobre las avenidas 16 de Septiembre, 5 de Febrero y Hombres Ilustres. Al tenor, se sabe que la primera construcción de material edificada en Matías Romero, es la que se encuentra en la esquina del callejón Emilio Carranza y 5 Febrero, justo frente a la puerta principal de la Estación de Ferrocarriles, perteneciente en ese entonces a don Rafael del Toro Tapia. Siendo este un reconocido personaje político de la etapa fundacional, quien se destaca por ser el único que ha ocupado la presidencia municipal matíasromerense en tres ocasiones.
Don Rafael del Toro, maestro albañíl y ebanista de origen michoacano, pertenece a esas primeras oleadas de inmigrantes expertos en determinados oficios, que habiendo sido contratados por los ingleses arribaron a nuestra tierra para trabajar en las diferentes construcciones como la Estación, los edificios conocidos como los Blocks y algunos Chalets. En virtud de su destacada trayectoria como constructor, pronto se ganó el aprecio y respeto de la naciente comunidad, pues se reconocía en él, a una persona responsable y generosa.
Se sabe que don Rafael donó el terreno que ocupa la actual parroquia San Matías, como también el predio en el que se encuentra el palacio municipal. Cuenta la anécdota que en aquél entonces el presidente de la república General Lázaro Cárdenas, también de origen michoacano, pasó en tren por Matías Romero, y que don Rafael del Toro le obsequió un venado en cecina y tasajo que mucho gustó a mi General.
La Revolución Mexicana en Matías Romero, Oaxaca.
Retomando el cause del tema que nos ocupa, sucede que hacía el mes de Septiembre de 1911, don Porfirio Díaz ya había presentado su renuncia a la presidencia de la república. Con su partida al exilio, se cierra para siempre uno de los capítulos más dolorosos de nuestra historia: el Porfiriato; periodo durante el cual todo el poder económico y financiero era ejercido por una oligarquía voraz, mediocre y corrupta, que tal y como sucede hoy en día, sólo servía de cómplice para legalizar el saqueo que intereses extranjeros cometían en perjuicio de nuestra patria.
Así las cosas, la caída de la dictadura porfirista viene a precipitar los acontecimientos en Matías Romero, pues quienes arrendaban predios a Pearson veían, en la posible instauración de un fundo legal municipal, la solución esperada para dejar de pagar renta y poder comprar el lote que ocupaban.
Aprovechando los acontecimientos y la crispación que se vivía a nivel nacional, un grupo de ciudadanos encabezados por los señores A. Mendoza y Teodoro Rodríguez, se deciden a abrir un frente de defensa y con un atinado sentido de oportunidad y sensibilidad, dirigen al Secretario de Comunicaciones del entonces presidente interino Francisco León de la Barra, sucesor de Porfirio Díaz, el siguiente documento:
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«… La Compañía Nacional del Istmo de Tehuantepec es dueña del terreno en que se encuentra la población, la Estación del Ferrocarríl, talleres, almacenes y demás dependencias, y como el terreno es de grande extensión, y muy suficiente para su objeto, la referida Compañía ha fraccionado la parte sobrante en pequeños lotes, que dan en arrendamiento, por el precio, tiempo y condiciones que impone en sus contratos relativos, que son iguales a los que en copia adjuntamos al presente.
La experiencia ha demostrado que el sistema de arrendamiento seguido hasta aquí, ya por lo exagerado del precio, ya por lo reducido del tiempo, impiden la construcción de edificios de material, que además de que hermosearían con su aspecto la población, y garantizarían en gran manera nuestros intereses protegiéndonos contra robos e incendios, y por esto con la seguridad que la Compañía del Ferrocarríl no se perjudica desprendiéndose de los lotes de terreno que no necesita para sus vías, ni sus dependencias, ocurrimos a Ud. Señor Ministro, pidiéndole se sirva acordar con el Supremo Magistrado de la Nación, que se nos adjudiquen en propiedad los lotes de terrenos que actualmente poseemos en arrendamiento en esta población, fijándoles el precio que estime equitativo, o bien si esto no fuera posible, que tales lotes se nos concedan en enfitéusis* y en condiciones legales o parecidas a las establecidas para los lotes de la nueva población del Puerto de Salina Cruz.-
Por lo expuesto a usted Señor Ministro suplicamos se sirva dar cuenta con este ocurso al Ciudadano Presidente de la República, y acordar con él de conformidad a nuestra solicitud, con lo cual recibiremos especial favor.- Ricón Antonio, Septiembre 30 de 1911″ .-
A. Mendoza (rúbrica), Teodoro Rodríguez (rúbrica) .- siguen varias firmas.
Carranza nacionaliza el Ferrocarríl del Istmo de Tehuantepec.
La revolución mexicana si bien no significó grandes batallas ni movimientos armados importantes en la zona norte del istmo de tehuantepec, vino a suspender prácticamente todos los trámites legales que la sociedad matiasromerense mantenía con el viejo régimen, incluidos los ocursos relacionados con la consecución del ansiado fundo legal municipal ante los diferentes gobiernos interinos, tanto federales como estatales.
Fue hasta 1917 una vez que el estallido social quedó superado cuando el recién electo presidente de la república Venustiano Carranza, promueve ante el Congreso de la Unión una iniciativa de ley cuyo propósito era la liquidación y cancelación total de los contratos que el Estado Mexicano había suscrito con la Pearson & Sons Limited Company; y su subsidiaria local la Compañía del Ferrocarríl Nacional de Tehuatepec. A cotinuación los artículos principales del citado proyecto de ley:
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El Congreso de los Estados Unidos Mexicanos decreta:
Artículo 1o. Se autoriza al Ejecutivo de la Unión para que celebre con los señores S. Pearson and Sons, Limited; los contratos o convenios que sean necesarios para disolver la sociedad denominada «Compañía del Ferrocarríl Nacional de Tehuantepec» rescindiendo con tal fin los contratos de 16 de mayo de 1902, 20 de mayo de 1904 y 7 de mayo de 1908, aprobados por los respectivos decretos de 4 de junio de 1907, 31 de mayo de 1904 y 1 de junio de 1908.
Artículo 2o. El contrato de rescisión de los convenios complementarios a que dé lugar la disolución de la sociedad, se sujetará a las siguientes bases:
1.- Se restituirán a la Nación, en propiedad exclusiva, el Ferrocarríl Nacional de Tehuantepec y los puertos de Salina Cruz y Coatzacoalcos con todas sus dependencias, tales como están definidos en los expresados contratos de 16 de mayo de 1902, 20 de mayo de 1904 y 7 de mayo de 1908.
… Continúa hasta el párrafo numeral octavo.
México, D.F.; a 18 de Diciembre de 1917.
Venustiano Carranza. Rúbrica.
Es en el numeral uno del artículo segundo en donde se encuentra el génesis del fundo legal matiasromerense, pues a partir de su interpretación el polígono que antes se consideraba como propiedad de Pearson pasaba a formar parte de un bien nacional, incluyendo los predios que Pearson rentaba a la sociedad civíl en la zona centro de Matías Romero.
El citado decreto contractual entró en vigor el 1 de mayo de 1918, y según estipulaba el convenio, el Gobierno de los Estados Unidos Mexicanos debía pagar a Pearson la cantidad de cuatro millones de pesos oro, a cambio de los derechos y concesiones relacionadas con el Ferrocarríl Nacional de Tehuantepec y todas sus dependencias y terrenos desde Salina Cruz hasta Coatzacoalcos.
Al saber de este decreto, la población entera en Matías Romero organizó una gran fiesta pues vió por primera vez esperanzas reales de lograr la instauración de un Fundo Legal Municipal, tal que permitiera a los fundadores matíasromerenses no pagar más rentas y comprar un lote al gobierno federal, en aquellos terrenos que tiempo atrás habían pertenecido a Pearson.
En efecto, al cobijo de la nueva constitución, la más avanzada y de mayor sentido social promulgada en el mundo en aquellos tiempos, era factible promover un recurso jurídico para que las familias matiasromerenses lograran la tan ansiada adquisición de un predio para construir su vivieda o negocio. Pero pronto el mismo gobierno carrancista se encargaría de convertir la alegría que se respiraba en tristeza e incluso alarma entre quienes procuraban una pequeña propiedad como inversión familiar, aquí en nuestro terruño.
Los matiasromerenses se organizan para defender sus derechos.
Ocurrió que en Febrero de 1918, Venustiano Carranza negó toda posibilidad de poner a la venta los predios del polígono Pearson, argumentando que la gran mayoría de los posibles compradores eran comerciantes de origen extranjero, que movidos sólo por el afán de lucro, esas personas y familias de origen chino, libanés, francés e inglés, estaban detrás de las gestiones y solicitudes realizadas ante su gobierno.
Con esta medida, la Secretaría de Comunicaciones decidió continuar rentando esos terrenos a quienes estuvieran en condiciones económicas de arrendarlos; pero con una honrosa salvedad: se concedía a las familias humildes que lo necesitaran, el goze gratuito de solares para uso exclusivo de vivienda, siempre y cuando no interfirieran en las labores y maniobras de la industria ferrocarrilera. Fue así como nacieron las actuales colonias Hidalgo (antigüamente conocida como La Ladrillera) y Rincón Viejo Sur.
A la par de los asentamientos en las referidas colonias, también se convirtió en parte del paisaje matiasromerense la presencia de aquellos carros de ferrocarril habilitados como viviendas. Fueron muchas las familias fundadoras que a su llegada a estas tierras tuvieron por única alternativa vivir en tales condiciones. Quién no recuerda la cantidad de vagones que las amas de casa adornaban con hermosas plantas de ornato y toda clase de artilugios para trasformarlos en acojedores hogares? Allá por la avenida 5 de Febrero, ahora convertida en vía rápida, se encontraban estacionados una gran cantidad de esos furgones que daban a nuestra ciudad la apariencia de un gran campamento de casas rodantes.
El tiempo y las circunstancias siguieron su inexorable marcha hasta llegar al último año del gobierno de Álvaro Obregón hacía 1923. Para ese entonces la preocupación se extendía por todo Matías Romero, pues llegaban rumores de todo tipo, que si los predios serían desalojados, que si a consecuencia de los Tratados de Bucareli el gobierno devolvería a Pearson el polígono que fuera de su propiedad, que si Rincón Antonio como puerto libre, creado bajo decreto del presidente interino Adolfo de la Huerta, de fecha 11 de Octubre de 1920, pasaba a dominio pleno de la Federación, etc.
A todo esto se sumaba la crisis político militar de la sucesión presidencial, pues estaba a punto de darse el famoso dedazo mediante el cual Álvaro Obregón imponía a Plutarco Elías Calles como su sucesor, aún a costa de airados reclamos, sombrerazos y rebeliones dentro del mismo ejército post revolucionario. La situación se había vuelto insostenible.
Fue así que el día 9 de Abríl de 1923 se constituye la primera mesa directiva encargada de lograr la creación del Fundo Legal de Matías Romero; Oaxaca. Refiere nuestro amigo Licenciado Delfino Vázquez Sánchez en su libro «Matías Romero a través de los años» que a esa primera asamblea asistieron más de cien arrendatarios de lotes de terrenos del Ferrocarríl Nacional de Tehuantepec. Que en tal evento fue electo como Presidente del comité el señor Daniel Bermúdez, quien contando con el apoyo del entonces Presidente Municipal don Julio Carballo, presentaron y obtuvieron la aprobación de un memorandum ante el Tercer Congreso de Ayuntamientos que entonces sesionaba en la capital del país. El documento en mención asistía a la benevolencia del ciudadano Presidente de la República y lo exhortaba a considerar la siguiente comparecencia:
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«. . . A usted y los componentes de esa H. Corporación Municipal les consta más que nadie, que la población de la localidad excede de cuatro mil habitantes y no obstante eso, jamás ha sido dotado de ejidos ni de FUNDO LEGAL.»
«. . . Como se comprende, que hemos agotado todos los recursos legales para obtener nuestros justísimos anhelos, infructuosamente, por lo cual nos vemos fatalmente precisados a solicitar el bondadoso apoyo del muy ILUSTRE CONGRESO DE AYUNTAMIENTO por conducto del que usted con tanto tino preside, pues bien conocidos son de todos los vecinos de la población, las maquiavélicas y ruinosas medidas que pretende usar en contra de nosotros el Ferrocarríl Nacional de Tehuantepec, regenteado aquí por individuos carentes de toda la más remota idea humanitaria, que hemos realizado para hacer productivos los terrenos que tenemos arrendados, con cuyas rentas hemos cubierto más de diez veces el irrisorio valor que tenían al ocuparlos nosotros.»
(Resumen).
El cálculo político de los matíasromerenses rinde frutos.
Como tantos otros documentos y peticiones, esta última moción también fue ignorada por los funcionarios del gobierno federal. Sólo quedaba el camino de la rebeldía… y así fue. El señor Enrique López dueño de la primera sala de cine que existió en Matías Romero: Teatro Cine López, justo en la esquina del callejón Emilio Carranza y Avenida 16 de Septiembre, convocó a multitudinarias asambleas en ese preciso lugar para acordar las medidas de resistencia a seguir.
En efecto, corrían los mediados del año 1925 cuando hartos de la situación, los arrendatarios llegaron a la determinación de suspender el pago de rentas al Ferrocarríl Nacional de Tehuantepec. La respuesta no se hizo esperar, la compañía ferrocarrilera interpuso una demanda ante los juzgados solicitando la autorización para el envío inmediato de cuadrillas federales, con el fin de llevar a cabo la demolición total de todas las construcciones y fincas pertenecientes a poseedores que presentaran rentas vencidas.
Los meses siguientes fueron un verdadero viacrucis para el pueblo matiasromerense. Se conformaron diferentes bandos con posiciones encontradas. Por un lado los radicales, por otro los moderados y más allá aquellos que en definitiva se mantenían apáticos a la crispante situación. Como producto de esas escaramuzas legales, gremiales e incluso hasta personales, resultaron varios muertos y heridos entre miembros de la comunidad.
El caos y resentimiento cundía por todos lados, se respiraba un ambiente fraticida. Fue en ese entonces que siendo presidente municipal por segunda ocasión don Rafael del Toro, hacía 1927, se instala el ayuntamiento en el lugar que ocupa actualmente, pues en razón de los diversos conflictos, tiempo atrás las oficinas municipales se vieron obligadas a asentarse en los terrenos que hoy en día ocupa la escuela Virgilio Uribe, en Rincón Viejo.
El rechazo a continuar pagando renta por los predios había tomado proporciones de conflicto social en Matías Romero, Oaxaca. Los vecinos organizados en defensa de su patrimonio se vieron en la necesidad de recurrir a una última esperanza: La Comisión Nacional Agraria. Esta Comisión en aquellos tiempos actuaba como un organismo público al servicio del poder ejecutivo, ya para entonces ocupado por Plutarco Elías Calles. Así que después de una verificación técnica elaborada por el Ingeniero Eugenio Sotomayor, la citada Comisión emitió diversos considerandos que culminarion en la resolución del C. Presidente de la República bajo los siguientes términos, siendo de importancia capital los artículos:
El Congreso de los Estados Unidos Mexicanos decreta:
SEGUNDO.- Se declara procedente la dotación de ejidos solicitados por los vecinos del pueblo de Matías Romero, del municipio del mismo nombre, ex Distrito de Juchitán, en la mencionada entidad federativa.
TERCERO.- Es de dotarse y se dota al referido pueblo de una extensión superficial de 3160 hectáreas que se tomarán de los terrenos que forma en rectángulo que en dicho lugar posee el Ferrocarríl Nacional de Tehuantepec, así como de los que corresponden a la Compañía Agrícola Barrio S.A., en la siguiente proporción: 160 héctareas de los primeros y 3000 héctareas de los segundos, tierras que pasarán a poder del pueblo con todos sus accesorios, usos costumbres y servidumbres, para constituir su ejido y que se localizarán de acuerdo con el plano que forme el Departamento Técnico de la Comisión Nacional Agraria, aprobado por quien corresponda.
Dado en el Palacio del Poder Ejecutivo de la Unión, en México, a los ocho días del mes de Septiembre de mil novecientos veintisiete.- Plutarco Elías Calles.-Rúbrica.- Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos.- José G. Parres.- Rúbrica.- Secretario de Agricultura y Fomento, Encargado de Despacho, Presidente de la Comisión Nacional Agraria.
El triunfo de un pueblo organizado para obtener la posesión de sus terrenos.
Esta resolución significó el tan anhelado triunfo que después de tantas dificultades nuestros fundadores matíasromerenses por fin lograron. El comunicado oficial del citado acuerdo presidencial fue recibido apenas días después en la superintendencia del Ferrocarríl Nacional de Tehuantepec, aquí en Matías Romero. En virtud de la trascendencia que guarda, me permito transcribir partes sustanciales del relato que hace en su libro el Licenciado Delfino Vázquez, acerca de este pasaje crucial en la vida de nuestro municipio…
«Aquella mañana fría del Domingo 25 de Septiembre, no impidió que desde muy temprana hora, se fueran reuniendo un nutrido grupo de vecinos en la esquina sureste del panteón de Rincón Viejo. A las ocho horas con quince minutos el Ingeniero Eugenio Sotomayor, representante de la Comisión Nacional Agraria, asistido de los dirigentes del Comité Particular Administrativo y el Presidente y Secretario del Comité Particular Ejecutivo, dieron principio a la ceremonia de entrega recepción de los terrenos. Con suma atención los asistentes escucharon al Ingeniero Sotomayor darle lectura al punto tercero del resolutivo dictado por el Ejecutivo Federal, que rubricó un sonoro aplauso. Después, siguiendo los lineamientos marcados, el funcionario acompañado de la asistencia inició su recorrido de dotación en los terrenos del ferrocarríl. . .»
«… dándose por terminada la ceremonia, con las siguientes palabras pronunciadas por el Ingeniero Sotomayor: «EN NOMBRE DEL CIUDADANO PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA Y EN CUMPLIMIENTO A LA RESOLUCIÓN DE FECHA OCHO DE SEPTIEMBRE DE MIL NOVECIENTOS VEINTISIETE, QUE DOTÓ AL PUEBLO DE MATÍAS ROMERO CON TRES MIL CIENTO SESENTA HECTÁREAS, DOY POSESIÓN DE LAS TIERRAS DESLINDADAS, QUE SE ACABAN DE RECORRER Y HAGO FORMAL ENTREGA DE ELLAS A ESTE PUEBLO POR CONDUCTO DE SU COMITÉ PARTICULAR ADMINISTRATIVO».
Don Idelfonso G. Cartas, quien fungía como Presidente del referido Comité, cumplió el ritual de entrega recepción diciendo: «EN NOMBRE DEL PUEBLO DE MATÍAS ROMERO DECLARO QUE SON DE RECIBIRSE Y SE RECIBEN LOS TERRENOS CON QUE SE HAN DOTADO EN DEFINITIVA, AL PUEBLO, EL CUAL SE COMPROMETE A RESPETAR LAS SIEMBRAS CON ANTERIORIDAD Y QUE SUJETARÁN PARA LA BUENA ADMINISTRACIÓN DEL EJIDO, A LAS INSTRUCCIONES DADAS O QUE EN LO SUCESIVO DIERE LA COMISIÓN NACIONAL AGRARIA Y LA SECRETARÍA DE AGRICULTURA Y FOMENTO».
Después de realizada la ceremonia de entrega recepción de los terrenos, en todas las esquinas apareció fijado en las paredes, el siguiente comunicado:
El C. General Don Plutarco Elías Calles, Presidente Constitucional de la República Mexicana, en acuerdo de fecha ocho del presente mes, tuvo a bien disponer que se le dotara de tierra a este pueblo, acto que con esta fecha verificó el C. Representante de la Comisión Nacional Agraria, Sr. Ing. EUGENIO SOTOMAYOR.
Con este hecho queda sin valor desde la fecha, los contratos de arrendamientos que se tienen firmados al FERROCARRÍL NACIONAL DE TEHUANTEPEC, por pasar la parte del terreno afectado a propiedad legítima del pueblo de Matías Romero, según el plano respectivo.
Los Representantes tenemos la satisfacción de manifestar a nuestros vecinos como resultados de nuestras gestiones, y en cumplimiento de nuestro deber.
Matías Romero, Oax.; Septiembre 25 de 1927
Comité Ejecutivo de la Comisión Agraria
Presidente
Enrique T. López.
Plutarco Elías Calles deshonra su palabra.
Cuando funcionarios del ejecutivo federal valoraron la importancia de los terrenos del ferrocarril en Matías Romero, actuaron como todo gobierno corrupto, pues vieron la ocasión de usar el poder del Estado de Chueco, perdón quise decir Estado de Derecho para sacar provecho a sus intere$e$. Así fue que Calles pretendió dar marcha atrás a los acuerdos constitutivos de su propio decreto del pasado 8 de Septiembre.
Es triste reconocer y comprender cabalmente las palabras que siempre decía nuestro paisano oaxaqueño José Vasconcelos: “Ni vale el perverso de Calles más que un malandro”. Y en efecto, sucede que el protagonista del maximato, ese que se ostentaba como jefe máximo de la revolución, flamante fundador del actual Partido Revolucionario Institucional PRI, pretendió cometer fraude a la ley en perjuicio de nuestro pueblo matíasromerense; pero afortunadamente las cosas no le salieron bien y el tiempo jugó a nuestro favor. Leamos su vulgar intentona al girar el siguiente documento a la Secretaría de Agricultura y Fomento:
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«Tiene conocimiento esta Presidencia de la República, que los vecinos de Rincón Antonio, Oaxaca; pretenden obtener ejidos a expensas de los terrenos terraplenados por el Ferrocarríl de Tehuantepec y que son propiedad de éste.
Como dichos terrenos forman parte de los concedidos a una Compañía Ferrocarrilera y cuyo establecimiento y operación está considerado de utilidad pública, conforme a la fracción II del artículo 13 de la Ley de Ferrocarriles vigente, y Rincón Antonio es un centro de población esencialmente industrial y por lo tanto no tiene derecho a ejidos, pues la constitución de estos, según se expresa claramente en el último considerando de la Ley de 6 de Enero de 1925, fue con objeto, no de revivir las antiguas comunidades, ni de crear otras semejantes, sino solamente de dar tierra a la población miserable.
Esa Secretaría se servirá girar instrucciones terminantes a la Comisión Nacional Agraria para no dar entrada a ninguna solicitud de dotación de ejidos que afecten a los terrenos del Ferrocarríl Nacional de Tehuantepec».
Ante esta tramposa acometida, nadie mejor para ilustrarnos que el Licenciado en Derecho, Delfino Vázquez Sánchez, quien en su libro «Matías Romero Oaxaca a través de los años» nos brinda una interpretación jurídica respecto al procedimiento de revocación del Fundo Legal que artera y dolosamente maquinó Calles.
Veamos la reflexión de nuestro paisano matiasromerense: «Sólo que la dotación (de terrenos) ya se había otorgado cuando fue expedido ese documento, por lo tanto, no pudo invalidar al primer acuerdo, por especificar la legislación agraria que: habiéndose expedido un decreto de dotación, no podría nulificarlo otro. Por lo tanto, se publicó en el Diario Oficial de la Federación, el viernes 14 de octubre de 1927, la resolución del expediente de dotación de ejidos en Rincón Antonio».
Amigas, amigos, gracias por acompañarme hasta el fin de la revisión de esta época de nuestra historia. Esa batalla que protagonizó nuestro pueblo hace cien años, nos ilustra cuan equivocados están quienes dicen que no vale la pena luchar por una causa en el ámbito social, político o económico. Cuando converso con alguien respecto a la posibilidad de poder cambiar nuestra realidad, como mexicano, me vuela la mente en traer testimonios de luchas heroícas populares, y creo que esta hazaña es uno de esos pasajes históricos ejemplares, digno legado de nuestros antepasados.
Esa generación de mujeres y hombres matíasromerenses, en mi humilde opinión, debería ser reconocida como los tenaces y valientes fundadores de nuestro querido terruño Matías Romero, Oaxaca.
Deseo expresar mi profundo agradecimiento a la familia Del Toro y a don Quino, por la gentileza de permitirme compartir con ustedes algunas imágenes, que considero forman parte del patrimonio cultural matiasromerense.
Bibliografía.
Gran Historia de México Ilustrada
CONACULTA - INAH. 2002.
Planeta de Agostini.
México.
La Revolución en Oaxaca (1900-1930)
Victor Raúl Martínez Vásquez (Coordinador). 1993.
CONACULTA. Colección Regiones.
México.
Matías Romero Oaxaca a través de los años
Delfino Vázquez Sánchez. 2006.
México.
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